Tanto José Manuel, el propietario, como su mujer Susana estuvieron en todo momento pendientes de la reserva. Al llegar nos recibió ella y nos explicó la casa y nos enseñó las dependencias. La casa está muy bien ubicada cerca de Cangas de Onís, en un pueblo llamado Caño en el que se respira tranquilidad, que es lo que buscábamos. Además Susana nos comentó distinto lugares donde comer. Es una gran opción a tener en cuenta si repetimos destino. Os vais a sentir como en casa