A pesar de todos los inconvenientes que siempre pueden ocurrir, la casa rural Los Quiñones es muy bonita, cómoda y acogedora,(tienen hasta cunita de bebés).En un pueblo pequeñito e ideal para escapar de la grandes aglomeraciones aún estando no muy lejos de la misma Salamanca.
Por poner alguna objeción es que el agua del grifo no es recomendable beberla hay que llevar agua de botella.
En general ha sido una buena experiencia, recomiendo la casa.