Una casa con habitaciones fantásticas, con dos enormes salas de estar, y zona exterior, metida en un pueblo muy pequeño, pero que te da par a comprar un olvido, tomar una cerveza, dar un paseo rural, o llevar a niños a un parque con columpios muy bien montado. Los baños son impecables y el confort en general es excelente. Cleme y Antonio son muy amables y están siempre dispuestos a ayudar, a cualquier hora. A mejorar: Pagar por la leña, y nada barato, desde el primer momento, podría evitarse, e incluir un poco de la misma para disfrutar de la chimenea. Otra cosa que podría revisarse es el menaje, y la barbacoa, que es muy básica para la excelente casa que es. Muy agradecidos por el trato familiar recibido. La recomendaremos sin duda