Quería poner en conocimiento de los usuarios un problema que tuvimos con la propietaria de estas casas rurales.
Hicimos una reserva económica para la casa Maceira, llamamos por teléfono a Isabel, poniéndonos muchos inconvenientes para la hora de entrada a la casa, posibilidad de dejar maletas, etc. incluso la conversación telefónica fue bastante subida de tono (por su parte) y en varias ocasiones le tuve que rogar que bajara el tono de voz.
Pues bien dos días antes de entrar en el apartamento, mi pareja sufrió un desprendimiento de retina del ojo izquierdo, con lo cual la tuvieron que operar de urgencia, postoperatorio, etc. con el consiguiente susto que todo ello conlleva.
Ante lo anterior, lo pongo en conocimiento de Isabel esa misma mañana del accidente, para ver si era posible prorrogar la reserva para otra fecha, ya que como era lógico no íbamos a poder realizar el viaje. Pues bien ¿cual fue la contestación de esta señora?, literalmente, un copia y pega de las normas de cancelación, ni un lo siento, ninguna muestra de interés, nada de nada, copia y pega de las normas de cancelación. Le conteste dándole las gracias por su humanidad y hasta la fecha no he tenido noticias al respecto.
Todo lo anterior lo cuento para que tengan conocimiento de con quien van a contratar las casas rurales, ya que carecen de todo tipo de sentido ético, humanitario, de educación, sensibilidad, etc.
Todos sabemos que las normas están para cumplirlas pero el sentido común, la ética, la humanidad, etc. esta por encima de las normas establecidas y mas para casos como enfermedades graves y accidentes.
Con estas palabras quiero dejar mi malestar por el trato recibido, para que no le pase a más personas en un futuro. Soy usuario habitual de casas rurales y les aseguro que nadie nos ha tratado tan mal, con tanta prepotencia, falta de sentimientos y profesionalidad. Por muy bonito que sea una casa, es mucho más importante las personas que lo regentan, y en este caso dejan mucho q desear.